lunes, octubre 02, 2017

Jimena Arnolfi: Poemas de su nuevo libro: Hay Leña



Menguante

Ahora que las noches son más cortas
espero que algo suceda bajo tierra.
Desde el primer día de febrero
y durante los días siguientes
es el tiempo de la cicatrización.
Debo desgajar, podar las ramas.
Es conveniente cortar los frutos
cuando avecina el cambio lunar.
La pulsión de la vida busca
entre las piedras como esos yuyos
que crecen a través del asfalto.
Entendí todo por un segundo y fue triste.
No todo está naciendo todo el tiempo.

Luciérnagas

A los costados entre los espinillos,
los bichos de luz parecen luces de navidad.
Todos tienen razones para brillar.
Yo no sé dar luz, enciendo fósforos
que el viento apaga. La noche es de todos
y me tira los ojos para adentro.
Más al fondo la violencia del pantano.
Intento recordar lo que vendrá,
pienso en los peligros.
Quiero darme entera al monte.

Ritual

Arranco unas hojas de alcanfor,
las trituro con los dedos
y respiro del cuenco
que hago con mi mano.
Adentro, el corazón mordisquea
el bálsamo sin ninguna urgencia.
Ahora el silencio habla mejor.
Abandono toda víspera
para estar de paso.

Hay leña

Fui al monte con la carretilla,
busqué madera para encender,
piñas, leña gruesa, fina y seca.
Acomodo los palos como quien quiere
hacer una mesa que no tambalee.
Cada leño en el lugar correcto,
paz en las piezas desarmadas.
Miro el color de las primeras brasas.
El cuerpo peligroso se acerca a la llama.
Soplo suave, se apaga si no se aviva.
De las cenizas nace un brote de mí,
frágil, pero dispuesto.
El fuego es sagrado, crea y destruye.
Me fundo de tanto estar encendida.

Mensaje

Después del vendaval,
veo los pájaros caídos,
pequeños cuerpos estrellados
sobre la tierra mojada.
Repito como un mantra
las palabras de mi padre:
Hay que lucharla, pichón.

Tesoro
Ahora dejé la ciudad y vuelvo de la huerta
con olor a tomillo, albahaca, romero,
vos enlazás mis manos, las respirás,
pedís hacer tu casa en ellas.
Un hogar es algo difícil de lograr.
Un hogar es como un árbol.
Si te quitan los árboles, perdés
tranquilidad, belleza y protección.
A veces caigo como una hoja en otoño,
no sé si estoy quieta o en movimiento
pero algo está crujiendo.
Habrá que estudiar lo que dice el maestro.
Cuando más de un árbol se seca
en un mismo lugar, la naturaleza
está avisando: hay un tesoro escondido

bajo las raíces muertas.

*Jimena Arnolfi: (Buenos Aires, 1986). Estudió Comunicación y Periodismo. Textos suyos circularon en antologías, revistas y publicaciones online. Todo hace ruido (Editorial Pánico el Pánico, 2013) es su primer libro publicado. Tiene un blog: www.enquimera.blogspot.com.ar

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