jueves, abril 02, 2015

Salvatore Quasimodo: Soy un hombre solo...


Y de repente la noche

Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y de repente la noche.
 
Da Acque e terre (1920-1929). Ed è Subito Sera. Ognuno sta solo sul cuor della terra / trafitto da un raggio di sole: / ed è subito sera.


Invierno antiguo
 
Deseo de tus manos claras
en la penumbra de la llama:
sabían a roble y a rosas;
a muerte. Invierno antiguo.
 
Buscaban el mijo los pájaros
y de repente eran de nieve;
tal las palabras.
Un poco de sol, una aureola de ángel,
y después la niebla; y los árboles,
y nosotros hechos de aire en la mañana.

Antico Inverno. Desiderio delle tue mani chiare / nella penombra della fiamma: / sapevano di rovere e di rose; / di morte. Antico inverno. // Cercavano il miglio gli ucceli / ed erano subito di neve; / cosí le parole. / Un po’ di sole, una raggera d’angelo, / e poi la nebbia; e gli alberi, / e noi fatti d’aria al mattino. 


Refugio de pájaros nocturnos
 
En lo alto hay un pino torcido;
está atento y escucha al abismo
con el tronco doblado cual ballesta.
 
Refugio de pájaros nocturnos,
en la hora más alta resuena
desde un veloz batir de alas.
 
Tiene pues un nido mi corazón
suspendido en la oscuridad, una voz;
está también, a la escucha, la noche.

Rifugio di uccelli notturni. In alto c’è un pino distorto; / sta intento ed ascolta l’abisso / col fusto piegato a balestra. / Rifugio d’uccelli notturni, / nell’ora piú alta risuona / d’un battere d’ali veloce. / Ha pure un suo nido il mio cuore / sospeso nel buio,una voce; / sta pure in ascolto, la notte. 



Otoño
 
Otoño manso, yo me poseo
e inclino a tus aguas por beber el cielo,
fuga suave de árboles y abismos.
 
Áspera pena de nacer
me encuentra a ti unido;
y en ti me desgarro y resano
 
pobre cosa caída
que la tierra recoge.
 
Autunno. Autunno mansueto, io mi posseggo / e piego alle tue acque a bermi il cielo, / fuga soave d’alberi e d’abissi. // Aspra pena del nascere / mi trova a te congiunto; / e in te mi schianto e risano: / povera cosa caduta / che la terra raccoglie.  


En la antigua luz de las mareas
 
Ciudad de isla
sumergida en mi corazón,
desciendo en la antigua luz
de las mareas, cerca de sepulcros
a la orilla de aguas
que una alegría desata
de árboles soñados.
 
Me llamo: se espeja
un sonido en amoroso eco,
y el secreto se endulza, el estremecerse
en amplios desprendimientos de aire.
 
Un cansancio de precoces renacimientos
se abandona en mí,
la habitual pena de ser mío
en una hora más allá del tiempo.
 
Y tus muertos siento
en los celosos latidos
de venas vegetales
hacerse menos hondos:
 
un respirar absorto de narices.
 
Nell'antica luce delle maree. Cittá d’isola / sommersa nel mio cuore, / ecco discendo nell’antica luce / delle maree, presso sepolcri / in riva d’acque / che una letizia scioglie / d’alberi sognati. // Mi chiamo: si specchia / un eco in amorosa eco, / e il segreto n’è dolce, il trasalire / in ampie frane d’aria. // Una stanchezza s’abbandona / in me di precoci rinascite, / la consueta pena d’esser mio / in un’ora di là dal tempo. / E i tuoi morti sento / nei gelosi battiti / di vene vegetali / fatti men fondi: / un respirare assorto di narici. 



Garza muerta
 
En el pantano caliente, clavada en el limo,
querida por los insectos, me duele
una garza muerta.
 
Yo me devoro en luz y sonido;
derrotado, en ecos escuálidos,
de tiempo en tiempo gime un soplo
olvidado.
 
Piedad, no sea yo,
sin voces y figura,
en la memoria un día.
 
Airone. Nella palude calda confitto al limo, / caro agli insetti, in me dolora / un airone morto. // Io mi divoro in luce e suono; / battuto in echi squallidi / da tempo a tempo geme un soffio / dimenticato. / Pietá, ch’io non sia / senza voci e figure / nella memoria un giorno. 


A tu lumbre náufrago
 
Nazco a tu lumbre naúfrago,
tarde de aguas límpidas.
 
De serenas hojas
arde el aire consolado.
 
Erradicado de entre los vivos,
corazón provisorio,
soy límite vano.
 
Tu dádiva tremenda
de palabras, Señor,
descuento asiduamente.
 
Despiértame de entre los muertos:
cada uno ha agarrado su tierra
y su mujer.
 
Tú me has mirado adentro
en la oscuridad de las vísceras:
nadie tiene mi desesperanza
en el corazón.
 
Soy un hombre solo,
un sólo infierno.
 
Al tuo lume naufrago. Nasco al tuo lume naufrago, / sera d’acque limpide. // Di serene foglie / arde l’aria consolata. // Sradicato dai vivi, / cuore provvisorio, / sono limite vano. // Il tuo dono tremendo / di parole, Signore, / sconto assiduamente. // Destami dai morti: / ognuno ha preso la sua terra / e la sua donna. // Tu m’hai guardato dentro // nell’oscurità delle viscere: // nessuno ha la mia disperazione / nel suo cuore. // Sono un uomo solo, / un solo inferno. 


A menudo una ribera
 
A menudo una ribera
irradia de astros solemnes,
colmenas de azufre sobre mi cabeza
bambolean.
 
Tiempo de abejas: y la miel
está en mi garganta
fresca de sonido todavía.
Un cuervo, al mediodía, gira
sobre areniscas grises.
 
Aires dilectos: quietud de sol
enseña muerte, y noche
palabras de arena,
 
de patria perdida.
 
Sovente una riviera . Sovente una riviera / raggia d’astri solenni, / bugni di zolfo sul mio capo / dondolano. // Tempo d’api: e il miele / è nella mia gola / fresca di suono ancora. / Un corvo, di meriggio gira / su arenarie bige. / Arie dilette: quiete di sole / insegna morte, e notte / parole di sabbia, / di patria perduta. 



Ya vuela la magra flor
 
No sabré nada de mi vida,
oscura monótona sangre.
 
No sabré a quién amaba, a quién amo,
ahora que aquí limitado, reducido a mis miembros,
en el corrompido viento de marzo
enumero los males de los días descifrados.
 
Ya vuela la magra flor
desde las ramas. Y yo espero
la paciencia de su vuelo irrevocable.
 
Già vola il fiore magro. Non sapró nulla della mia vita, / oscuro monotono sangue. // Non sapró chi amavo, chi amo, / ora che qui stretto, ridotto alle mie membra, / nel guasto vento di marzo / enumero i mali dei giorni decifrati. / Già vola el fiore magro / dei rami. Ed io attendo / la pazienza del suo volo irrevocabile.



Carta
 
Este silencio detenido en las calles,
este viento indolente, que ahora resbala
bajo, entre las hojas muertas, o remonta
a los colores de las banderas extranjeras...
tal vez el ansia de decirte una palabra
antes que se cierre otra vez el cielo
sobre otro día, tal vez la inercia,
nuestro más vil mal...La vida
no está en este tremendo, oscuro, latir
del corazón, no es piedad, no es más
que un juego de la sangre donde la muerte
está en flor. Oh!, mi dulce gacela,
te recuerdo aquel geranio encendido
en un muro acribillado por la metralla.
Oh,¿ ni siquiera la muerte ahora consuela
más a los vivos, la muerte por amor ?
 
Lettera. Questo silenzio fremo nelle strade, questo vento indolente, che ora scivola / basso tra le foglie morte o risale / ai colori delle insegne straniere... / forse l’ansia di dirti una parola / prima che si richiuda ancora il cielo / sopra un altro giorno, forse l’inerzia, / il nostro male piú vile...La vita / non è in questo tremendo, cupo, battere / del cuore, non è pietà, non è più / che un gioco del sangue dove la morte / è in fiore. O mia dolce gazzella, / io ti ricordo quel geranio acceso / su un muro crivellato de mitraglia. / O neppure la morte ora consola / piú i vivi, la morte per amore? 


Color de lluvia y de hierro
 
Decías: muerte silencio soledad;
como amor, vida. Palabras
de nuestras provisorias imágenes.
El viento se ha levantado liviano cada mañana
y el tiempo, color de lluvia y de hierro
ha pasado sobre las piedras,
sobre nuestro cerrado zumbido de malditos.
Todavía está lejana la verdad.
Y, dime, hombre quebrado en la cruz,
y tú, el de las manos hinchadas de sangre,
¿ cómo responderé a aquellos que preguntan ?
Ahora, ahora, antes que otro silencio
entre en los ojos, antes que otro viento
suba y otro rencor aflore.
 
Da La vita non è sogno (1946-1948) Colore di pioggia e di ferro. Dicevi: morte silenzio solitudine; / come amore, vita. Parole / delle nostre provvisorie immagini. / El il vento s’è elevato leggero ogni mattina / e il tempo colore di pioggia e di ferro / è passato sulle pietre, / sul nostro chiuso ronzio di maledetti. / Ancora la verità è lontana / E dimmi, uomo spaccato sulla croce, / e tu dalle mani grosse di sangue, / come risponderò a quelli che domandano? / Ora, ora: prima che altro silenzio / entre negli occhi, prima che altro vento / salga e altra ruggine fiorisca. 



Las guitarras muertas
 
Mi tierra está sobre los ríos ceñida al mar,
ningún otro lugar tiene voz tan lenta
donde mis pies vagan
entre juncos pesados de caracoles.
Cierto, es otoño: en el viento a jirones
las guitarras muertas levantan las cuerdas
sobre la boca negra y una mano agita los dedos
de fuego.
En el espejo de la luna
se peinan muchachas de pechos de naranjas.
¿Quién llora? ¿Quién azota los caballos en el aire
rojo? Nos detendremos en esta orilla
a lo largo de las cadenas de hierba y tú, amor,
no me lleves delante de aquel espejo
infinito: allí adentro se miran muchachos
que cantan y árboles altísimos y aguas.
¿Quién llora ? Yo no, créeme: en los ríos
corren exasperados chasquidos de una fusta,
los caballos oscuros los relámpagos de azufre.
Yo no, mi raza tiene cuchillos
que arden y lunas y heridas que queman.
 
Da Il falso e vero verde (1949-1955) Le morte chitarre. La mia terra è sui fiumi stretta al mare, / non altro luogo ha voce cosí lenta / dove i miei piedi vagano / tra giunchi pesante di lumache. / Certo è autunno: nel vento a brani / le morte chitarre sollevano le corde / su la bocca nera e una mano agita le dita / di fuoco.// Nello specchio della luna / si pettinano fanciulle col petto d’arance. / Chi piange ? Chi frusta i cavalli nell’aria / rossa ? Ci fermeremo a questa riva / lungo le catene d’erba e tu amore / non portarmi davanti a quello specchio / infinito: vi si guardano dentro ragazzi / che cantano e alberi altissimi e acque. / Chi piange? Io no, credimi: sui fiumi / corrono esasperati schiocchi d’una frusta, / i cavalli cupi i lampi di zolfo. / Io no, la mia razza ha coltelli / che ardono e lune e ferite che bruciano.   



Dar y tener
 
Nada me das, no das nada
tú que me escuchas. La sangre
de las guerras se ha secado,
el desprecio es un deseo puro
y no provoca ni el gesto
de un pensamiento humano,
fuera de la hora de la piedad.
Dar y tener. En mi voz
hay al menos un signo
de geometría viva,
en la tuya, una concha
muerta con lamentos fúnebres.
 
Da Dare e avere (1959-1965) Dare e avere. Nulla mi dai, non dai nulla / tu che mi ascolti. Il sangue / delle guerre s’è asciugato, / il disprezzo è un desiderio puro / e non provoca un gesto / da un pensiero umano, / fuori dall’ora della pietà. / Dare e avere. Nella mia voce / c’è almeno un segno / di geometria viva, / nella tua, una conchiglia / morta con lamenti funebri.

   
No he perdido nada
 
Aquí estoy todavía, el sol gira
a mis espaldas como un halcón y la tierra
repite mi voz en la tuya.
Recomienza el tiempo visible
en el ojo que redescubre la luz.
No he perdido nada.
Perder es andar más allá
de un diagrama del cielo
en movimientos de sueños, un río
lleno de hojas.
 
Non ho perduto nulla. Sono ancora qui, il sole gira / alle spalle come un falco e la terra / ripete la mia voce nella tua. / E ricomincia il tempo visibile / nell’occhio che riscopre la luce. / Non ho perduto nulla. / Perdere è andare di là / da una diagramma del cielo / lungo movimenti di sogni, un fiume / pieno di foglie. 



Tengo flores y de noche invito a los álamos
 
Mi sombra está sobre otro muro
de hospital. Tengo flores y de noche
invito a los álamos y a los plátanos del parque,
árboles de hojas caídas, no amarillas,
casi blancas. Las monjas irlandesas
no hablan nunca de muerte, parecen
movidas por el viento, no se maravillan
de ser jóvenes y gentiles: un voto
que se libera en las ásperas plegarias.
Me parece que soy un emigrante
que vela encerrado en sus cobijas,
tranquilo, por tierra. Tal vez muero siempre.
Pero escucho gustosamente las palabras de la vida
que jamás he entendido, me detengo
en largas hipótesis. Ciertamente no podré eludir;
seré fiel a la vida y a la muerte
en cuerpo y espíritu
en cada dirección prevista, visible.
A intervalos algo me supera,
ligero, un tiempo paciente,
la absurda diferencia que corre
entre la muerte y la quimera
del latir del corazón.

(Hospital di Sesto S.Giovanni, noviembre de 1965).
 
Ho fiori e di notte invito i pioppi. La mia ombra è su un altro muro / d’ospedale. Ho fiori e di notte / invito i pioppi e i platani del parco, / alberi di foglie cadute, non gialle, / quasi bianche. Le monache irlandesi / non parlano mai di morte, sembrano / mosse dal vento, non si meravigliano / di essere giovani e gentili: un voto / che si libera nelle preghiere aspre. / Mi sembra di essere un emigrante / che veglia chiuso nelle sue coperte, / tranquillo, per terra. Forse muoio sempre. / Ma ascolto volentieri le parolle della vita / che non ho mai inteso, mi fermo / su lunghe ipotesi. Certo non potró sfuggire; / sarò fedele a la vita e a la morte / nel corpo e nello spirito / in ogni direzione prevista, visibile. / A intervalli qualcosa mi supera / leggero, un tempo paziente, / l’assurda differenza che corre / tra la morte e l’illusione / del battere del cuore. (Ospedale di sesto S.Giovanni, novembre 1965).


 *Traduc: Téodulo López Meléndez

Textos extratados de la página http://www.ameritalia.id.usb.ve/

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