miércoles, noviembre 13, 2013

Paul Klee: Puerta en el jardín...



Paul Kee: Puerta en el jardín (1926).

Dice Fina Graboleda acerca de Tor im Garten ("Puerta en el jardín"), en su ensayo Cuerpo simbólico en Paul Klee, que esta pintura muestra cómo el pintor “incorpora espirales en sus pinturas para describir un proceso natural en el que una planta se desarrolla desde una semilla hasta llegar a un tallo repleto de brotes. 
En “Puerta en el jardín”, una flor azul, una espiral en flor de un color azul intenso, asoma de la base de una planta como si fuese la figura central de este jardín. A su derecha, brota una flor pequeña, de color azul oscuro y con una corola que contiene seis pétalos. Y una tercera flor, residente también de este jardín, se encuentra en la parte inferior derecha. Se trata de una pequeña espiral en flor de un color que oscila entre el rosado y el rojizo. Estas espirales, no obstante, se diferencian en cuanto a la composición: mientras que la espiral azul incorpora un movimiento progresivo, la rosa rojiza procede de un movimiento regresivo. Por consiguiente, solo tres flores crecen en este jardín donde pequeños arbustos o hierbas, en forma de flecha, arropan a estas flores. El suelo y la atmósfera se representan con un color negro bastante oscuro como si fuese ya noche caída. Pese a que la puerta naranja y las tres flores, que moran en este jardín, están nítidamente definidas, los otros habitantes vivos, por el contrario, están descritos de forma difuminada. La manera como el fondo y las hierbas salvajes están coloreados con tonos oscuros provoca que se los distinga de forma visible de la puerta y de las flores, las cuales presentan colores más brillantes. Así, las flores y la puerta, con la intensidad colorista que proyectan, si se contrasta con los matices oscuros que predominan en el fondo, iluminan esta pintura.
La puerta naranja desentona con la flor azul en forma de espiral, puesto que ni la puerta ni la flor mantienen proporción alguna entre ellas. En un primer momento, la espiral azul atrae la atención de aquel que la contempla. Sin embargo, la mirada se dirige después rápidamente hacia la puerta naranja. Consiste, pues, en una distorsión deliberada de estos dos objetos que asombra a aquel que los contempla. Klee justifica que los artistas describan objetos naturales sin tener en consideración las proporciones. Por eso argumenta que para hacer las cosas visibles, estos objetos aparecen ampliados. Según Klee, se trata de una cuestión puramente relacionada con la visibilidad. De esta forma, esta desproporción debe entenderse como una consecuencia de la visibilidad que persigue Klee en sus pinturas:  
“Antiguamente los artistas describian las cosas tal y como eran vistas en la tierra, las cosas que a la gente le gustaba ver o queria haber visto. Actualmente se ha evidenciado la relatividad de las cosas visibles, la creencia manifiesta que lo visible es solo un caso aislado tomado del universo y que hay mas verdades ocultas que vistas. Las cosas aparecen ampliadas y multiplicadas y, a menudo, parecen contradecir la experiencia racional del pasado. Se hace un esfuerzo para dar forma concreta a lo accidental”.

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